Introducción
La palabra japonesa de Kata la
podemos traducir literalmente como (forma). Pero son combates reales que se
desarrollan sin oponentes reales, para el trabajo de la técnica y del
espíritu (concentración, mirada de control en todo momento, realización
de buenas técnicas con energía, control y ritmo en las defensas y
ataques, estabilidad en la posición, desplazamientos sin rigideces con el ritmo
adecuado, velocidad, potencia, liberación de la energía mediante el
grito, vivencia, líneas de realización, satisfacción y control al terminar el
kata).
En el kata esta el To-De (karate) que nos transmitieron los maestros de antaño, que ha llegado a nuestros días, con la aportación constante de los maestros que las aprendieron, más tarde desarrollaron aportando su karate y por último las transmitieron a las siguientes generaciones, llegando a nuestros días.
En el kata esta el To-De (karate) que nos transmitieron los maestros de antaño, que ha llegado a nuestros días, con la aportación constante de los maestros que las aprendieron, más tarde desarrollaron aportando su karate y por último las transmitieron a las siguientes generaciones, llegando a nuestros días.
La enseñanza del To-de (karate) y
por ende el kata se mantenía tradicionalmente en la intimidad de los hogares
okinawenses, pasando de padres a hijos o a unos pocos alumnos. Hasta principios
del siglo XX que se introdujo en la enseñanza pública okinawense y un poco más
tarde, a principios de la década de los años 20 del pasado siglo y coincidiendo
con la expansión del To-De (Karate) en la isla mayor del Japón (Honshu), el
To-De (Karate) se empezó a desarrollar en Dojos (lugares de entrenamiento de
las artes marciales) y en las Universidades. A partir de estas fechas la
denominación de este noble arte cambia y se empieza a conocer como
Karate.
Posteriormente a partir de 1945, tras la derrota del Japón en la Segunda Guerra Mundial por los aliados comandados por Estados Unidos que ocupan las islas del Japón, propicia que el karate se de a conocer entre las fuerzas de aliadas, que al regresar a sus paises de origen se llevan estos conocimientos, que con el paso del tiempo iran desarrollando en sus países. Más adelante cuando la situación en el Japón se va normalizando después de La Segunda Guerra Mundial (a partir de la década de los años 50 del pasado siglo), numerosos estilos de karate decidieron enviar a sus mejores alumnos por los cinco continentes para difundir este noble arte (tanto de Japón como de Okinawa).
Hoy en día el karate esta difundido por los cinco continentes con numerosos maestros de prestigio internacional que desarrollan la semilla de aquel noble arte Okinawense y que compartimos una familia millones de practicantes en todo el mundo.
Posteriormente a partir de 1945, tras la derrota del Japón en la Segunda Guerra Mundial por los aliados comandados por Estados Unidos que ocupan las islas del Japón, propicia que el karate se de a conocer entre las fuerzas de aliadas, que al regresar a sus paises de origen se llevan estos conocimientos, que con el paso del tiempo iran desarrollando en sus países. Más adelante cuando la situación en el Japón se va normalizando después de La Segunda Guerra Mundial (a partir de la década de los años 50 del pasado siglo), numerosos estilos de karate decidieron enviar a sus mejores alumnos por los cinco continentes para difundir este noble arte (tanto de Japón como de Okinawa).
Hoy en día el karate esta difundido por los cinco continentes con numerosos maestros de prestigio internacional que desarrollan la semilla de aquel noble arte Okinawense y que compartimos una familia millones de practicantes en todo el mundo.
Los katas de karate tienen
diferentes orígenes, algunos llegaron de china de las diferentes escuelas de
Gongfu, mezclándose con los sistemas de lucha del pueblo Okinawense y otros han
sido desarrollados por los propios maestros del karate okinawense, desde el
siglo XVII hasta mitad del siglo XX. Con los datos que tenemos hoy día,
el primer maestro que empezó a sistemizar las formas de lucha que llegaban de
China y se mezclaban con los ya existentes en Okinawa fue el maestro Kanga
Sukugawa (1733-1815).
Líneas del To-De okinawense
Podemos señalizar en tres lugares
del archipiélago de las Ryu Kyu, como las tres líneas de trabajo del karate que
se desarrollaron en Okinawa. Estas líneas de trabajo corresponden con tres
lugares concretos históricamente. Son las ciudades de Okinawa: Shuri (capital
del reino de las Ryu Kyu “Línea Shuri-Te”), Naha (Ciudad inminentemente
comercial “Línea Naha-Te”) y Tomari (un pequeño puerto de pescadores y
agricultores “Línea Tomari-Te”).
Cada una de estas líneas se
enfoca desde puntos vista diferentes por las condiciones de vida (sociales,
políticas y culturales). El To-De “Mano de China” (nombre con el que se conocía
el sistema de lucha del pueblo de Okinawa, más tarde con la expansión a todo el
Japón, se modificó por la denominación de karate “Mano vacía”).
La línea Shuri-Te correspondía
con la vida en el palacio real (altos funcionarios, guardias del rey) con lo
cual eran los más instruidos, tanto intelectualmente, como en las artes marciales.
Viajaban por asuntos diplomáticos de la monarquía, conociendo otras realidades
y formas de lucha, tanto de Japón, como de China. Su forma de vida cambio en
1879 con la caída de la monarquía Sho del archipiélago de las Ryu Kyu.
La línea Naha-Te corresponde con
los comerciantes, lo que les permitía estar instruidos intelectualmente y
buscaban en la cultura China su formación en todas las artes. Al igual la línea
Shuri-Te, viajan mucho a China por sus negocios, manteniendo la cultura China
una gran influencia sobre ellos. Cuando Imperio del Japón anexionó el
archipiélago de las Ryu Kyu a finales del siglo XIX, fueron los más reacios a
esta dominación, por sus lazos con la China continental.
La línea Tomari-Te eran el pueblo
llano pescadores, artesanos, agricultores, etc… Su vida no era fácil, su
primera preocupación era la subsistencia diaria. Pero así todo desarrolló su
estilo de karate, aprovechando todo lo que llegaba a Okinawa de China (las 36
familias artesanas chinas del pueblo de Komemura llegadas a Okinawa 1394, las
delegaciones diplomáticas que llegaban del Imperio Chino, los comerciantes y
los náufragos chinos, muchos de ellos conocedores del Gongfu) y también el
contacto con las otras dos líneas de trabajo del To-De okinawense (Shuri-Te y
Naha-Te).
Aunque existan tres líneas de
karate definidas con sus peculiaridades, también compartían sus trabajos, en
algunos periodos tiempo más intensos y en otros menos. Esto hizo posible el
desarrollo de los diferentes katas en las tres líneas, cada uno con sus
peculiaridades, pero aportando sus puntos de vista de su karate y
enriqueciendo este arte. Hay un punto de inflexión que comenzó con la expansión
del karate a la isla mayor del Japón (Honshu) a principios del siglo XX por
algunos maestros de la época, Gichin Funakoshi, Kenwa Mabuni, Chojun Miyagi,
Choki Motobu. Estos maestros querían expandir el karate fuera de Okinawa y para
ello tenían que organizar, presentar y en algunas cosas modificar este arte
ante las autoridades japonesas, para que fuera aceptado. Al principio algunos
maestros de Okinawa no les gustaba esta idea, pero después de la Segunda Guerra
Mundial casi todas las escuelas de Okinawa como las que se formaron en Japón se
han abierto al mundo poco a poco.
Hoy el karate es un arte marcial
presente en los cinco continentes con diferentes visiones tradicional, marcial,
espiritual, cultural y deportiva. Y en los katas podemos encontrar la esencia
de estas visiones, transmitidas con una enorme generosidad por todos los
maestros que nos precedieron a lo largo del tiempo aportando su grano de arena.
Esencia del Kata
Prepararse para la realización de un kata: Cuando nos enfrentamos al
aprendizaje o entrenamiento de un kata, nos encontramos con un método de
transmisión de conocimiento y trabajo de unas personas que dedicaron su vida al
desarrollo de un sistema codificado a lo largo del tiempo y que ha llegado a
nosotros para que sigamos trabajando y desarrollando. En el kata encontraremos
todo lo necesario para la progresión de nuestro karate. En ellos veremos los
sentimientos, pasión y sabiduría de los maestros que nos precedieron. Es un
legado de incalculable valor, que nos permitirá adquirir unos conocimientos con
el paso del tiempo, tanto al principiante como al experto. Este legado nos
muestra un potencial de conocimiento desde el primer día y los límites están en
nuestro trabajo, disciplina, esfuerzo y en el estudio del kata.
Aprendizaje de las técnicas: Aprenderemos las diferentes
técnicas que componen el Kata (defensas, ataques, desplazamientos,
combinaciones etc…). Buscando en todo el momento su perfecionamiento (potencia,
velocidad, ritmo, control, etc…) día a día desde el primer entrenamiento hasta
el último que realicemos, siempre podremos mejorar. Esto nos proporcionara
disciplina, trabajo, motivación mental, sacrificio, etc….
También tendremos que aprender
los “Bunkais” (aplicación práctica y real de las técnicas realizadas en el
kata)”. Al principio serán más sencillos y con el paso del tiempo ampliaremos
su complejidad a medida que progresamos en el conocimiento del kata.
Investigaremos y estudiaremos
todo lo relacionado con el kata tradición, historia, estilos que la comparten y
los diferentes enfoques del kata. Intentaremos mantener el legado que se nos
transmitió y seguiremos transmitiendo en la medida de nuestras posibilidades,
para que no se pierda esta información original. Sin renunciar a nuestra propia
evolución con el paso del tiempo y la experiencia.
Líneas de realización del kata: En japonés se conoce con la
denominación de “Embusen”. Estas líneas son las dibujadas en el suelo al
desplazarnos en la realización de las diferentes técnicas, combinaciones.
Concentración: Cuando nos disponemos a realizar
un kata nuestro cuerpo debe estar preparado físicamente y mentalmente en su
máxima expresión, para lograr el objetivo de dar en todo momento lo máximo de
nosotros.
Cortesía: Mostraremos en todo momento el
máximo respeto, elegancia y educación en nuestra conducta. Para honrar a los
maestros que nos legaron estos conocimientos y a nosotros mismos.
Presentación: Nuestro trabajo tiene que ser en
todo momento impecable, en la medida de nuestras posibilidades, debemos de
mostrar nuestra progresión con el paso del tiempo y sentir dentro de nosotros
la satisfacción personal de dar lo que llevamos dentro.
Mostraremos con exquisitez la
presencia física, el control, la marcialidad, la mirada, el saludo, el
nombramiento del kata, la realización de las técnicas, el ritmo, la velocidad,
la vivencia, mostrando en todo momento la comprensión de la realización
del kata y el bunkai, liberaremos nuestra energía y potencia interna controlada
en todos los momentos precisos (en algunas ocasiones mediante el grito “Kiai”,
acabaremos dando lo máximo de nosotros, con el sentimiento en todo momento del
trabajo bien realizado, saludaremos con respeto y nos retiraremos como
llegamos, humildes pero fuertes mental y físicamente controlando todo el
espacio y el tiempo que nos rodea, relajado pero en alerta (esto se conoce con
el término japonés de “Zanshin”). Tendremos en todo momento que ser un ejemplo
con nuestra conducta.
Control: En
todo momento actuaremos de una manera responsable y consecuente en nuestros
actos, el conocimiento de nosotros mismos, nos permitirá la consecución de
nuestros objetivos. Buscaremos el perfeccionamiento individual en valores
humanos que cultiven nuestra vida interior, que será el reflejo de nuestros
actos externos. No buscaremos hacer cosas extraordinarias, sino hacer bien las
cosas ordinarias del día a día, que nos permitirá el dominio de nosotros
mismos.
La mirada: La denominación en japonés
“Chakugan”. Es el enfoque de nuestra atención en un punto, controlando el
espacio, la acción y el tiempo que nos rodea.
El saludo: La denominación en japonés “Rei”.
El saludo denota cortesía, buenos modales y buena educación. Demostrando
ausencia de enemistad u hostilidad. En el debemos expresar nuestra buena
voluntad y respeto con determinación.
El saludo oriental japonés
es diferente al occidental se limita a una leve inclinación de la cabeza cuando
realizamos un saludo de cortesía, con el mantenimiento de una cierta distancia,
al contrario que los saludos occidentales que mantenemos un contacto más
cercano. Cuando saludamos a un anciano, a una personalidad o en un acto
importante, el saludo japonés se realizará con una mayor inclinación de la cabeza
y el tronco, pero más lenta para demostrar un gran respeto.
Vivencia: El kata es un códice que tiene
que ser interpretado por la persona que lo realiza. Tenemos que sentirlo en
nuestro interior, para reflejarlo con todo nuestros sentimientos en los actos
que realizamos. La vivencia es trabajo, esfuerzo, técnica, pasión, sensaciones,
etc… En definitiva es la vida real donde lo que hacemos tiene que ser real,
como nuestra propia vida y el reflejo de nuestro sentir en todo momento.
Ritmo: El kata es un códice que tiene
que ser interpretado por la persona que lo realiza. Tenemos que sentirlo en
nuestro interior, para reflejarlo con todo nuestros sentimientos en los actos
que realizamos. La vivencia es trabajo, esfuerzo, técnica, pasión, sensaciones,
etc… En definitiva es la vida real donde lo que hacemos tiene que ser real,
como nuestra propia vida y el reflejo de nuestro sentir en todo momento.
Respiración: El cuerpo tiene que estar siempre
bien oxigenado para la realización correcta de los movimientos, ataques y
defensas. Necesitamos nuestra energía en momentos concretos, con lo cual
debemos disponer de esa energía en todo momento para su utilización. En los
katas usamos fundamentalmente dos tipos de respiraciones: La respiración explosiva
para realizar acciones contundentes en los momentos concretos de ataques y
defensas, se conoce con el término japonés de “Ibuki” y la respiración relajada
y lenta, que hace fluya toda nuestra energía por el cuerpo de una forma natural
para disponer de ella en el momento necesario, se realiza en los
desplazamientos y las paradas, se conoce con el término japonés de “Nogare”.
Energía interna: Es un concepto filosófico
espiritual dentro del karate y de las artes marciales, que en japonés se conoce
con el término de “ki”. Es la energía vital o energía universal, no podemos
palpar, pero si podemos sentir dentro de nosotros de una forma subjetiva. Es la
energía que nos hace estar vivos, cuando la canalizamos al exterior de nuestro
cuerpo en el karate nos permite mejorar y realizar bien las técnicas de
defensa, ataque o lo que nos propongamos.
La búsqueda, potenciación y
dominio de esta energía es una constante en el karate (por ende en el Kata). Se
considera que hay un punto imaginario en nuestro cuerpo que está cuatro dedos por
debajo de nuestro ombligo, en el interior del abdomen (en japonés se denomina
“Hara”), donde acumulamos y canalizamos toda esa energía. Cuando la
necesitamos, explosiona y se transmite al exterior como si fuera una corriente
eléctrica a gran velocidad y fuerza, a través de las extremidades al contactar
con una persona o cosa. Si ese contacto no se produce, esta energía se diluye.
Kime: Es la proyección de la energía
interna (Ki), la energía física (movimiento dinámico de todo el cuerpo) y la
energía mental (control, superación, etc…) en un punto concreto de nuestro
cuerpo (puño, pie, codo, cabeza, etc…) o todo el cuerpo a la vez, para la
realización de una acción con el máximo rendimiento de nuestra técnica
(defensa, ataque, desplazamiento, concentración, etc…).
Kiai: Es la exteriorización a través de
un grito de la aplicación máxima del “Kime”. Surge del “Hara” a igual que la
energía interna (Ki). Cuando esa energía interna se funde con la energía física
y mental del cuerpo se manifiesta con el Kiai en un punto concreto.
El Kiai debe fluir de manera
natural, sin forzarlo hasta su máxima expresión. Nos proporciona calma cuando
estamos muy excitados o cuando nos sentimos débiles y cansados nos proporciona
fuerza. El sonido que sale a través de nuestra boca puede variar, no hay una
palabra particular, si no que cada uno lo expresará a su manera. Esta energía
que se manifiesta con un grito sale del “Hara” a través de la garganta, que se
mantendrá relajada para permitir que fluya facilmente al exterior.
Zanshin: Es la atención, el estar
preparados para cualquier suceso, cuando acabamos de realizar un kata o
cualquier acción debemos estar alerta y preparados para reaccionar ante
cualquier situación. Relajados pero atentos a todo el entorno y situación.